Voces del Golfo

Cecilia Salcedo

«Hasta ese momento la ley 3308 que nos protegía de cualquier actividad hidrocarburífera en el Golfo nos mantenía resguardados.»

Cecilia Salcedo se enamoró de las Grutas hace años. Dejó su natal Fiske Menuco, en la otra punta de la provincia, para estar junto al mar y ver crecer a su familia. Maestra por vocación y corazonistas, es titular de cátedralicio en el profesorado de Biología del Instituto de Formación de San Antonio. Para proteger este territorio, decidió integrar la Asamblea Territorial de las Grutas y las Asambleas del Currúscos Leufú, donde es la coordinadora provincial en defensa del agua y la vida.

Raquel Perier

«Durante 28 años crecimos como un lugar turístico y un lugar pesquero. Crecimos sin pensar en que se podía instalar un oleoducto.»

Raquel Perier se instaló en San Antonio Oeste a finales de los 70, cuando era un pueblo minúsculo, que se dedicaba a la pesca artesanal. Pronto, ademas, llegarìa el turismo. Su amor por el lugar y los bichos de mar, grandes y chiquitos, la llevó a desarrollar su carrera como bióloga marina en el Instituto de Biologia, hoy conocido como CIMAS. En los años 90, participó junto con Edgardo, su marido, y sus hijos, entonces chiquitos, en las movilizaciones contra un oleoducto que se quería instalar entonces en el medio de Las Grutas. Imagínense què hubiera sido de esa ciudad sin la iniciativa apasionada de gente como ella.

Raúl Victorica

«En cada cosa que quiera modificar la naturaleza hay un peligro. Estamos sobre la tierra pero no somos dueños de la tierra.»

Raúl conoce en carne propia la falacía de los grandes proyectos que se anuncian como la salvación de un pueblo. El trabajó en la mina de Sierra Grande, que se presentaba como una promesa infinita, y luego en los 90 se abandonó. El es referente de la comunidad mapuche tehuelche del lugar. Y ahora levanta su voz contra este tipo de proyectos, que los instalan sin consulta y dejan la mugre para siempre. Él siente la tierra en la sangre, de la cordillera al mar. Como autoridad espiritual de un pueblo que habitó este lugar antes que ningún otro, transmite su sabiduría de siglos y siglos: nuestra necesidad de conectarnos a la naturaleza, vivir en armonía con el paisaje y sus habitantes, porque ese es nuestro pasado, pero también nuestro futuro.